Dedicado a Ana Adarraga y su fantástica librería ALIANA que hoy se ha convertido en la mejor librería de libros de cocina de Madrid y que en mi adolescencia fue mi segundo hogar.
Foto cedida por la librería Aliana
Al día siguiente me acerque a la librería, los cristales del escaparate y la puerta estaban rotos, así que para proteger lo que quedaba, enviaron a una pareja de “grises”, es decir policías que por esa época vestían uniformes de color gris. Me asusté un poco porque eran ellos los que corrían con sus porras en las manifestaciones detrás de nosotros, los estudiantes, en aquella época. Poco a poco, vista la situación me fui relajando, ya que Pati el más revolucionario del grupo estaba sentado con otros amigos en una banqueta jugando al mus con los policías. Me quede muy sorprendida, por el tono amigable y cuando los policías se despidieron…
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