Archivo mensual: abril 2014

García Márquez y el reino de la librería mágica.

2014-04-18 by marina carresi a

Uno de los libros que dejo huella en mi adolescencia.

La librería era el punto de encuentro de los jóvenes con inquietudes y sed de conocimiento del barrio. Me encantaba ir allí y encontrarme con gente de mi edad, aunque en realidad mis amigas y yo éramos las más jóvenes. Gente interesante, con ganas de cambiar el mundo, especialmente de cambiar “esa España nuestra” en donde habían existido listas interminables de libros prohibidos. Mis amigas Ana y Arantza siempre tenían que realizar trabajos como colocar libros u organizar albaranes, para ayudar a su madre, y yo siempre que podía huía de mi casa y de las tareas domésticas interminables o de las aburridas horas de estudio para entrar en ese mundo lleno de palabras y fantasía que me fascinaba. Ani la dueña de la librería y madre de mis amigas siempre me hacía descuentos, me regalaba libros o añadía la última adquisición a mi lista y esperaba pacientemente a que fuera, con mi escaso presupuesto, pagando los tesoros que había adquirido, cosa que a veces tardaba años en hacer. Aunque en mi casa había muchos libros y tengo que agradecer a mis padres que los libros y mi amor por ellos naciera con su hermosa biblioteca, llena de todo tipo de libros, también los prohibidos por el franquismo; fue la librería y Aní, la Reina sabia del reino mágico de la palabra, la que despertó mi pasión. Su parentesco con Unamuno no sólo está en uno de sus apellidos, su amor por la literatura transpira cada poro de su piel.
No sé qué hubiera sido de mí sin mis fieles amigos encuadernados. La adolescencia es una época realmente espantosa, digan lo que digan, donde todo se vive tan intensamente que una sonrisa te puede llevar al séptimo cielo y un mal gesto dos horas después te puede arrastrar al más desolador de los infiernos. Yo tenía 16 años y me encontraba en ese punto, por lo tanto la librería Aliana, que todavía existe aunque ahora está especializada en cocina, cosa que no es de extrañar ya que toda la familia siempre han sido amantes de la buena cocina…pero esa es otra historia. Como decía tenía 16 años y empezaba a amar los libros y no recuerdo cómo pero llego hasta mí el libro que veis en la foto: “La Increíble y Triste Historia de la Cándida Eréndira y de su Abuela Desalmada” (Siete cuentos). Supongo que lo cogí porque el título me llamó mucho la atención pero las palabras del interior me arrastraron a un universo misterioso y fascinante:
“La luz era tan mansa al mediodía, que cuando Pelayo regresaba a la casa después de haber tirado los cangrejos, le costó trabajo ver qué era lo que se movía y se quejaba en el fondo del patio. Tuvo que acercarse mucho para descubrir que era un hombre viejo, que estaba tumbado boca abajo en el lodazal, y a pesar de sus grandes esfuerzos no podía levantarse, porque lo impedían sus enormes alas. Asustado por aquella pesadilla, Pelayo corrió en busca de Elisenda, su mujer, que estaba poniéndole compresas al niño enfermo, y la llevó hasta el fondo del patio. Ambos observaron con estupor. Estaba vestido como un trapero. Le quedaban apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado y muy pocos dientes en la boca y su lastimosa condición de bisabuelo ensopado lo había desprovisto de toda grandeza. Sus alas de gallinazo grande, sucias y medio desplumadas estaban encalladas para siempre en el lodazal. Tanto lo observaron, y con tanta atención, que Pelayo y Elisenda se sobrepusieron muy pronto del asombro y acabaron por encontrarlo familiar”. *
García Márquez dijo en una entrevista que lo que él quería era hipnotizar al lector para que quisiera seguir leyendo el cuento hasta el final. Conmigo lo consiguió. Tengo tanto que agradecer a los libros y a las personas que me enseñaron a amarlos que espero que con lo dicho sea suficiente, porque para esta historia de amor ya no tengo más palabras.
* Fragmento de Un señor muy viejo con unas alas enormes. (1968) Del libro La Increíble y Triste Historia de la Cándida Eréndira y de su Abuela Desalmada” (Siete cuentos). Editorial Bruguera. Edición 1978.
Marina Carresi (dedicado a Gabriel García Márquez)

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